Orígenes y perspectivas de la escritura maya, vista por herederos de ésta
cultura.
¿Por qué tenemos que importar otras voces y exaltarlas para legitimar a la
cultura maya? ¿Dónde están nuestros filósofos, nuestros poetas, nuestros
escribas, nuestros artistas, nuestros científicos? Cuestionó en días
pasados Pedro Pablo Chim Bacab, Premio Internacional de Poesía del Mundo
Maya Waldemar Noh Tzec, al participar como ponente en el marco de uno de
los eventos del Festival Internacional de la Cultura Maya.
La Sala de Consejo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) fue el
lugar donde el pasado domingo 27 de octubre, impartió su plática titulado
Maaya ts’íib bejela’e’ –la escritura de los mayas de hoy- y su relación
con la literatura maya en el siglo XX1.
Chim Bacab, al hablar de la literatura maya en el siglo XXI, destacó “Es el
eco que trasciende de las voces que la inauguran con caracteres del
alfabeto latino en el siglo XVI, lo cual no significa que la representación
grafica de nuestra palabra haya apenas iniciado hace cinco siglos”.
“ Cuando los sabios dirigentes mayas de la época de la invasión española
vieron que la barbarie de Europa iba a acabar con ellos, con sus códices
pinturas, y con sus dioses, y que sus voces estaban siendo silenciados, y
sus lugares tradicionales como dirigentes iban a ser ocupados por los
misioneros y por las imágenes del catolicismo, reaccionaron transcribiendo
con los caracteres europeos las palabras-símbolos que guardaban en sus
entrenadas memorias. Esperaban que así llegase hasta sus descendientes en
la posteridad, pero también les preocupaba que al escribirlo de esa manera
cayese en las manos equivocadas para su correcta interpretación, o que
pudieran ser utilizados para otros fines”
El poeta, ejemplifico lo anterior con los textos del chilam Balam -¿Quién
será el Aj Bóobat, quien será el Aj K’íin, sacerdote del culto solar que
pueda explicar rectamente las palabras de estos signos? ¡Vinieron a
marchitar las flores! Para que su flor viviese, dañaron y sorbieron la flor
de los otros.
Asimismo se refirió al lenguaje sacerdotal maya “La flor es el símbolo del
origen de los dioses, a la vez que una metáfora de libro o códice que se
dobla y se desdobla para su lectura u actualización”. Resaltó también que
representa el envoltorio sagrado donde se guardan y se protegen los objetos
sagrados para la realización de los ritos y los rituales.
La flor es también una metáfora del sol que significa los ciclos de
nacimiento y muerte, en la lengua maya quiche, al fuego encendido se le
llama Níich, o sea flor, en la lengua maya kcachiquel a los recién nacidos
les llaman koots’i’ij, es decir flor, y en la lengua maya yucateca
peninsular a los hijos e hijas también se les dice niik, o sea flor o
semillas, apuntó Chim Bacab.
A su vez recordó algunos fragmentos del Chilam Balam en referencia “Los
días se tomaron de las manos unos con otros, para cuando les preguntaran su
origen. Nacieron entonces el tiempo, el k´’iin: el dia, el wíinal: el mes,
el túun: el año, el k’atun: el periodo de veinte años tun, el bak’tun: el
periodo mayor de 20 periodos k’atun, y con esto despertó el mundo”
Quienes vivimos en el mayab, su charla nos remontó a las imágenes de
aquellos años – actualmente algunos muralistas lo han reproducido en sus
diversos trabajos que se encuentran en Maní (Yucatán)y Tihosuco (Quintana
Roo)-, para ilustrarnos de esa indignación y del dolor por la pérdida de
los sacerdotes y de los sabios dirigentes, porque eran quienes resguardaban
la luz de sus pueblos, y de esa forma la flor del conocimiento, de la
memoria histórica no feneciera, y se preservase:
-¡A cortar el sol de estas tierras, a eso vinieron los gavilanes blancos
de la tierra!
En esta misma charla, el ponente subrayó el papel del Popol Vuh y remarcó
en cuanto a la función de los dioses para evitar la pérdida de la
consciencia y el origen del mayab, porque en sus pasajes invocan, preservan
y comunican las consecuencias de la responsabilidad de ser conscientes,
para comprender el lugar que se tiene en el microcosmos en donde se teje y
se mueve cíclicamente.
“La literatura maya contemporánea, se nutre y se complementa renovándose
con estos testimonios omniscientes en la literatura colonial que a su vez
hunde sus raíces en la palabra símbolo de la literatura prehispánica”
aclaró Chim Bacab.
En esta misma plática, el ponente habló de la perspectiva de la literatura
maya “En cuanto a la literatura indianista e indigenista, y muy en
especial, la disciplina científica americanista y mayista, ellos han
impuesto sistemáticamente sobre la cultura indígena y su gente, el modelo
histórico occidental para reflexionarlas e interpretarlas de manera
unilateral, y de paso explotarlas intelectualmente para su propio provecho
académico”
Chim Bacab, subrayó que la hegemonía academicista ha controlado el destino
de la historia indígena apropiándose intelectualmente de ella y de sus
símbolos culturales, y aunque carecen de la experiencia histórica y
cultural de ser indígenas se han superpuesto como los únicos exponentes
autorizados para darla a conocer al mundo en el nombre de su ciencia, y
bajo el titulo de humanistas para construir sus propios prestigios
internacionales.
Al referirse de los autodenominados mayistas, indicó que sus monólogos
aíslan y fosilizan las voces literarias de los pueblos mayas, lo mismo son
extraídos de sus imaginarios los estereotipos que siguen forjando la
opinión de los turistas sobre el mundo maya.
“El resultados de sus estudios no están dirigidos al pueblo maya para
convertirse en un instrumento para su desarrollo, sino están consagrados a
una elite urbana que la subvenciona, y transforma en un instrumento de
propaganda política y comercial. De esta manera, la ciencia racionalista en
pleno siglo XXI celebra su dominio intelectual al pasar de ser una
herramienta del conocimiento a un argumento de exclusión: los indígenas
como autores de su propia memoria histórica no existen para reivindicarse
en el futuro, la cortina de la hegemonía academicista monitoreada desde
Europa, y los estados unidos de Norteamérica, y por sus homólogos
especialistas en Latinoamérica continúan retrasando las voces indígenas”
Finalmente remarcó en cuando a los herederos de la cultura maya, salvo
algunas excepciones, actualmente sólo aspiran a ser utilizados como objetos
de abstracción filosófica como informantes, o como obreros serviles en las
excavaciones arqueológicas.